Ese día se repartieron las invitaciones a los principales vecinos de Buenos Aires (unos pocos cientos) para participar del Cabildo Abierto al día siguiente.
Los vecinos no eran todas las personas de la ciudad. Hablar de "vecino" en la época colonial es hablar únicamente de hombres adultos blancos (españoles y criollos), adinerados y dueños de propiedades.
No eran considerados vecinos los pequeños artesanos y comerciantes, los mestizos, mulatos y negros, los indígenas, las mujeres y los niños y niñas.
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